Aunque las palabras que se usan para señalar algo,
nace de un pensamiento. Sin él no tenemos ningún
otro mecanismo para identificar lo que es.
El pensamiento en sí, es una realidad ilusoria, creado
por la sociedad de lo cual no podemos escapar.
Debemos aceptarlo, porque es el único dispositivo
de sobrevivencia que tenemos para comunicarnos.
La palabra, nadie, significa que no existe
un “Yo” personal como un centro de recepción.
Existe solo lo que es, sin un nombre que lo identifique
como alguien.
La palabra silencio no puede ser experimentado sin
la ayuda del pensamiento. Aun cuando con ello,
se altere la raíz real de lo que por naturaleza es.
Sin embargo, lo que es. Es un organismo vivo de una
tremenda energía en movimiento constante y de una
inteligencia superior que no es comparable con el conocimiento.
Ahi no hay pasado, presente ni futuro, solo lo que es.
La realidad natural del hombre es mucho más profundo
que la identidad superficial creada por el pensamiento.
El y la naturaleza son una unidad singular de movimiento
no fragmentado por los pensamientos controversiales.
El pensamiento en sí mismo es incapaz de descubrir
esa unidad de lo que es, y cuando trata de hacerlo, lo divide.
Sin reconocer ni aceptar la realidad natural de lo que existe
en el silencio de la mente.