Descubre Lo Que La Mente es Capaz. Cuando Eres Inconsciente de Ti Mismo.

Si empezáramos a observar detenidamente nuestra mente, nos daríamos cuenta del tremendo control que ejerce en nuestras vidas, cuando no estamos conscientes de lo que realmente somos. Nuestra mente constantemente nos está diciendo lo que deberíamos pensar, decir o hacer.

Es como una radio encendida todo el tiempo, sin parar su programación día y noche. Muchas veces transmitiendo la misma programación una y otra vez. Queremos apagarlo, pero no sabemos cómo.

¿Sabes por qué no podemos apagarlo? Simplemente porque tenemos miedo de estar en silencio. Tenemos pavor de quedar a solas con nosotros mismos. Siempre estamos buscando a alguien o haciendo algo para no sentirnos solo. Empezamos a quejarnos que nos sentimos aburridos o pensamos de lo que la gente podría decir de nosotros que somos introvertidos o extraños.

La mente es como un almacén, donde se guardan todas las informaciones acumuladas durante el transcurso de nuestras vidas. Esas mismas informaciones, como las ideas, pensamientos y creencias nos conducen a comportamientos y acciones cotidianas en nuestras vidas.

La mente consecuentemente se convierte en el ego conductor de nuestras experiencias cotidianas. Conduciéndonos al sufrimiento, el odio, la separación, a la violencia, la insensibilidad, la depresión, la división, la mentira y toda la desgracia humana.

Podemos observar que la mente siempre nos está llevando a las profundidades oscuras de los recuerdos, al que llamamos pasado. Atrapándonos de manera incesante en esos recuerdos, causando en nosotros una gran depresión por no saber vivir en el presente. Vivimos de los recuerdos en el presente y eso nos hace sufrir.

La mente continuamente nos conduce también al miedo de no saber que pasara en lo que llamamos el futuro, haciéndonos creer que el futuro existe. No estamos conscientes de que la mente es el único que puede crear ilusiones sutiles y no nos damos cuenta. Somos inconscientes de él, y le hacemos el juego a la mente, cayendo en la trampa de frustración y ansiedad.

Me pregunto, ¿por qué tenemos miedo del silencio?, si en el silencio es donde podemos recargar nuestras energías para enfrentar las situaciones que confrontamos diariamente en la vida. Además, en la tranquilidad del silencio podemos también tomar decisiones conscientes a nivel personal, familiar y en la sociedad en general.

En el silencio podemos estar en contacto con nuestro ser interior que es la raíz profunda de todo nuestro ser, donde todo es paz y tranquilidad. Y a partir de allí construir nuestras vidas, para vivir con armonía y amor con nosotros mismos y con los demás seres vivientes en este magnífico planeta que es nuestra casa, donde deberíamos vivir como en familia, que es lo que somos. Unidos por una sola consciencia y vida. Aún cuando tengamos diferentes características físicas y de vivir

No cabe duda que, estamos tan acostumbrados a vivir con todo lo que la mente nos dice. Convirtiéndonos inconscientemente en su sirviente, al que tenemos que seguir sumisamente.

No estoy en contra de la mente. La mente a pesar de ser un instrumento muy valioso para el desarrollo humano. No se puede negar que tambien ha ocasionado y sigue ocasionando una desgracia tremenda en toda la humanidad.

No tienes que estar de acuerdo, ni en desacuerdo conmigo, simplemente observa a tu alrededor. Sin usar tus conocimientos, tus creencias, ni tus pensamientos. Porque todo eso es parte de la mente. Saca tus propias conclusiones, sin presión de nada ni de nadie. Solamente en el silencio podrás encontrar y ver la realidad de tu propia existencia.

Creo que es hora de que tomemos consciencia de esta situación, si queremos vivir en paz y armonía. Tenemos que cambiar nuestra manera de enfocar nuestras vidas de manera diferente.

No permitiendo que la mente siga siendo el que determine el camino de nuestras vidas. Que nuestro ser interior sea nuestra guía que nos conduzca hacia el camino correcto a seguir, hacia lo que todos hemos estado buscando, por mucho tiempo. La felicidad. Utilizando a la mente como nuestro sirviente solamente cuando lo necesitemos.