Abandona la idea de tratar de ser alguien diferente de lo que ya eres, porque nunca podrás ser ese alguien que quieres ser.
Debes saber que tú eres el maestro de tu propia existencia y no un pordiosero de ella y como tal eres el responsable de las decisiones que elijas.
No te das cuenta de este hecho porque vives en la superficie de tu vida mendigando un reconocimiento superior a lo que ya eres.
Por mucho tiempo has estado viviendo con esa idea en tu mente despreciando así tu propia naturaleza existencial.
Debes saber de antemano que nunca lo conseguirás.
Regresa a tu propia raíz donde una vez estuviste cuando niño, y la revelación de quien eres, se manifestara naturalmente.
Tú eres todo lo que buscas, no tengas miedo de descubrirlo, ya que nada en ti está roto, no hay nada que cambiar, nada que arreglar, no hay pecado que perdonar.
No eres un pecador, eso, es una creación de una mente conflictiva y egocéntrica.
Eres la existencia misma, sin nada que añadir ni nada que quitar, donde todo lo que aprendiste desaparece.
Eres la existencia hecho realidad, eres un proceso de vida en sí mismo que no necesita ser alguien diferente de lo que es.
Acéptate a ti mismo tal cómo eres y en esa aceptación encontraras la paz interior que existe en ti, sin tener que buscarlo en el exterior.
Desprendete de esa personalidad superficial que aún usas y con lo cual viviste por mucho tiempo engañándote a ti mismo.
Deja de vivir en la periferia de tu vida, identifícate con tu existencia y no con tu mente.