No trates de buscar la paz ahí afuera.
No es necesario que controles tus pensamientos,
mediante un estado mental de obsesión para hacerlo.
De hecho, esa obsesión es causante de frustraciones.
Los pensamientos sólo yacen en la periferia de tu ser.
Y son obstáculos para descubrir quien eres,
arrastrándote inevitablemente al bullicio mental.
Puedes hablar y buscar la paz en la forma que quieras,
pero tu búsqueda no te llevara a nada.
Pierdes tu tiempo intentándolo.
Si lo logras, será momentáneo y superficial.
Todo lo que hagas para encontrar la paz, no es paz
Es un pensamiento acerca de la paz.
Por lo tanto un espejismo a tu propia naturaleza humana.
No hagas nada, la vida es consciente en si misma.
La paz es el estado natural de tu existencia.
Aceptalo sin pensarlo ni practicarlo.
Cuando más lo piensas, más te pierdes y te deprimes
No tengas miedo de ti mismo.
El silencio es más que suficiente.
La paz no es un metodo a usar para encontrarte contigo mismo.
Si de verdad quieres encontrarlo, mira adentro y no afuera de ti
La paz no es un objetivo para alcanzar, es una vivencia real.
Vive esa paz natural que la vida te da.
¿De qué tienes miedo?
Aquel que tiene miedo de esa paz interior que es la raíz
de la vida está en el camino para vivir en constante
sufrimiento consigo mismo y con los demás.
Acepta lo que eres y no lo que pretendes ser.
La mejor manera de llegar a ti mismo es el silencio de
todo pensamiento conflictivo para disfrutar de esa paz y
tranquilidad interior que buscas en el exterior.
Un pensamiento te bloquea, la ausencia de ella te libera.
Tú eres la ausencia de todo conocimiento, pensamiento, idea,
o creencia que entorpecen el camino a tu naturaleza interior.
Toda etiqueta que usas para identificarte es un engaño
a tu propio estado natural de existencia.
Aceptar la existencia tal cómo es, es vivir en paz.
No necesitas ser muy inteligente, ni estar lleno de
conocimientos para gozar plenamente de ella.
El aceptar la ley de la naturaleza en silencio, te abre
la posibilidad de reconocer quien realmente eres.
Vive plenamente lo que eres, y no lo que quieres ni pretendes ser.
